¿PORQUÉ ES TAN IMPORTANTE TU FLORA INTESTINAL? APRENDE A CUIDARLA
Todos hemos oído hablar de la flora intestinal. Ese conjunto de microbios que habita en nuestro intestino y nos ayuda a descomponer los alimentos y absorber sus nutrientes. Durante los últimos años ha aumentado exponencialmente el número de estudios que analizan el funcionamiento de nuestra microbiota intestinal. Gracias a ellos hoy podemos conocer un poco mejor el gran número de funciones que desempeñan.
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Barrera Intestinal |
¿CÓMO Y CUÁNDO SE FORMA?
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Parto natural y leche materna // Parto natural y leche de fórmula // Parto por cesárea |
Los bebés nacidos por cesárea poseen una menor diversidad bacteriana en su flora intestinal y un retraso en la colonización de cierto tipo de bacterias beneficiosas (estudio).
Otro estudio ha encontrado un mayor riesgo de padecer rinitis crónica o rinitis alérgica en niños nacidos en parto por cesárea con antecedentes familiares de asma, un motivo más para reducir el número de cesáreas innecesarias que todavía se practican en muchos hospitales.
La práctica del piel con piel después del parto también ayuda a la colonización bacteriana del recién nacido, pero sin duda, el mayor número de bacterias beneficiosas que recibirá durante sus primeros meses de vida provienen de la leche materna y no están presentes en la leche de fórmula (artículo, estudio).
Los bebés que son amamantados con leche materna poseen un menor riesgo de padecer infecciones respiratorias y alergias (estudio) y menores posibilidades de sufrir apnea del sueño debido también a su mejor formación maxilar (estudio).
Los primeros contactos del niño con el mundo exterior también son muy importantes. Los niños que se crían con un mayor número de hermanos (y en consecuencia con mayor número de gérmenes) tienen menos riesgo de padecer alergia al polen (estudio).
Vivir en contacto con mascotas durante los primeros meses de vida mejora la riqueza bacteriana intestinal, especialmente en niños nacidos en parto por cesárea, disminuyendo el riesgo de padecer obesidad y algunas alergias como el asma (estudio) .
Es importante no aislar a los niños durante sus primeros meses y años de vida, éste es el momento en el que se está formando su microbiota y necesitan estar en contacto con los microbios propios de un entorno natural. No cabe duda de que los niños que estén habitualmente en contacto con otros niños y gérmenes se enfermarán más, pero tendrán una sistema inmunológico más fuerte y preparado para el futuro.
¿PORQUÉ SE DAÑA LA FLORA INTESTINAL?
Una vez más, diversos factores relacionados con nuestro estilo de vida moderno parecen ser los principales culpables, aquí vamos a mencionar unos cuantos:
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- Tabaco y Alcohol: Hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol dañan la microbiota. Aunque se habla a menudo de los efectos positivos de una copa de vino tinto al día, los efectos negativos que produce el alcohol en el organismo superan con creces sus beneficios y hacen que su consumo siga siendo desaconsejable.
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- Malos hábitos alimentarios: Una dieta con abundancia de productos procesados, azúcares y gluten y escasez de frutas y verduras también es perjudicial para nuestras bacterias. Mantener una dieta nutritiva, sana y equilibrada es una de nuestras mejores herramientas para cuidar la salud intestinal.
- El estrés es otro gran enemigo de la flora intestinal y de la salud en general. Todos hemos vivido momentos de estrés ante un examen o una competición importante y hemos notado como aumentaba la frecuencia con la que necesitábamos ir al baño, esto es un claro indicio de la estrecha relación que existe entre el componente emocional y aparato digestivo (estudio). La gran maleabilidad y continua adaptación de la flora intestinal hacen que momentos puntuales de estrés no sean peligrosos, pero una situación de estrés prolongada en el tiempo puede tener efectos devastadores sobre nuestra microbiota.
- Medicamentos: Hace años que la población está concienciada de que no se debe abusar ni tomar libremente antibióticos, sin embargo España sigue siendo uno de los países con mayor consumo de antibióticos de Europa. Aparte del peligro de crear resistencia bacteriana también destruyen gran parte de las bacterias beneficiosas que tenemos. El uso de antibióticos en niños aumenta las posibilidades de padecer eczema, asma, colitis, rinoconjuntivitis y enfermedad de Chron (estudio, estudio). Pero los antibióticos no son los únicos. Otros medicamentos considerados “inofensivos” que consumimos a diario como el Ibuprofeno y otros AINES también se ha comprobado que dañan la barrera intestinal (estudio) e incluso aumentan el riesgo de padecer un infarto de miocardio (estudio). Esto es un motivo más para reducir la medicación a cuando lo indique el médico o sea estrictamente necesario. Es evidente que ante un fuerte dolor de cabeza u otras situaciones puntuales similares un Ibuprofeno nos aliviará, en la mayoría de los casos sin efectos secundarios, pero en el otro extremo hay deportistas que incluso lo toman a diario para recuperarse de los entrenamientos, desconociendo los peligros de abusar de este tipo de medicamentos.
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- Exceso de higiene: Gracias a los antibióticos y a una gran mejora en nuestras condiciones higiénicas se han salvado millones de vidas en el siglo pasado, pero esta guerra contra las bacterias nos ha llevado a un extremo opuesto, donde la ausencia de bacterias también perjudica nuestra salud (artículo). Actualmente vivimos en un ambiente con un exceso de higiene y esterilidad en el que nuestro sistema inmunitario no tiene oportunidad de entrenarse y educarse para aprender a distinguir ante qué tipo de bacterias debe reaccionar y cuales son inofensivas. Esta falta de contacto con otros microorganismos hace que desarrollemos nuevos tipos de intolerancias y alergias cada vez más habituales que hace tan solo unas décadas eran totalmente desconocidas.
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- La Diabetes tipo 1 es hasta 400 veces más frecuente en países muy desarrollados como Finlandia que en países menos desarrollados como Venezuela y China (estudio).
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- Este estudio ha encontrado que los países desarrollados poseen entre 20 y 60 veces más casos de eczema, asma y rinoconjuntivitis que los países poco desarrollados.
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- Productos químicos: Algunos productos químicos presentes en productos de limpieza de uso cotidiano también pueden perjudicar nuestra microbiota, así que además de privar nuestro sistema inmunológico del contacto con otros microbios beneficiosos, también lo estamos perjudicando utilizando químicos tóxicos que dañan nuestras propias bacterias.
- Sedentarismo: También se ha demostrado (estudio) que la gente que realiza actividad física de forma habitual posee una microbiota intestinal más saludable, así que ya tienes otra excusa para hacer ejercicio, si quieres mantener tu flora intestinal en buena forma mantente alejado del sedentarismo.
- Exceso de higiene: Gracias a los antibióticos y a una gran mejora en nuestras condiciones higiénicas se han salvado millones de vidas en el siglo pasado, pero esta guerra contra las bacterias nos ha llevado a un extremo opuesto, donde la ausencia de bacterias también perjudica nuestra salud (artículo). Actualmente vivimos en un ambiente con un exceso de higiene y esterilidad en el que nuestro sistema inmunitario no tiene oportunidad de entrenarse y educarse para aprender a distinguir ante qué tipo de bacterias debe reaccionar y cuales son inofensivas. Esta falta de contacto con otros microorganismos hace que desarrollemos nuevos tipos de intolerancias y alergias cada vez más habituales que hace tan solo unas décadas eran totalmente desconocidas.
¿CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRA SALUD INTESTINAL?
- Los prebióticos son aquellas sustancias presentes en algunos alimentos que no podemos digerir y sirven de alimento para nuestras bacterias, como la fibra y algunos almidones resistentes a la digestión. Por lo tanto no aportan bacterias nuevas, pero ayudan a fortalecer las que ya tenemos.
- Los probióticos son bacterias vivas presentes en algunos alimentos de forma natural que aportan una mayor variedad bacteriana a nuestra propia microbiota. Especialmente alimentos fermentados como el yogurt, el kéfir, el chucrut, algunas legumbres, etc… son ejemplos de probióticos naturales que añadidos de forma habitual a nuestra dieta aportan grandes beneficios para la flora intestinal, aparte de ayudarnos a repoblar nuestras bacterias tras un tratamiento con antibióticos.
CONCLUSIONES
Nuestro cuerpo a parte de células humanas está formado por billones de bacterias que viven en simbiosis con nosotros, la inmensa mayoría en nuestro intestino, ayudándonos a realizar un gran número de funciones vitales sin las cuales no podríamos sobrevivir.
Cada vez hay un mayor número de enfermedades que se relacionan con una pobre salud intestinal. Cuidar nuestra microbiota es una pieza clave en el cuidado de nuestra propia salud, por ello debemos intentar eliminar hábitos tóxicos que dañen nuestras bacterias, como el tabaco, el alcohol, alimentos ultraprocesados, el estrés, algunos productos de limpieza, reducir el uso de medicamentos y dejar de obsesionarnos con la higiene y esterilización total de nuestro entorno. Esta esterilización extrema debería reducirse a potenciales focos infecciosos como hospitales, centros de salud, etc…
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Sobre el Autor
Álvaro Reiriz
Álvaro Reiriz Pego, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Certificado NSCA-CSCS. Entrenador Federación Española de Natación CAR Blume de Madrid (2014-2017). Entrenador Personal en Madrid. He cambiado el Alto Rendimiento Deportivo por el apasionante mundo de la salud, la alimentación y el fitness, y he creado este Blog para aportar información veraz y contrastada a todos aquellos que deseáis escapar de las mentiras de la industria y cuidar vuestra salud y vuestro cuerpo de verdad.